Hay cosas que cuando se rompen, ya no es posible repararlas.
Lamentablemente, hay vínculos con los que pasa lo mismo.
Es triste cuando sucede.
Es doloroso comprobar una y otra vez que aquello que nos unía no está más, que no hay más química entre los dos. Es casi desesperante, ver que los dos hacemos el intento una y otra vez y una y otra vez no logramos encontrarnos.
Son desagradables los desencuentros.
Ciertamente, porque existen los desagradables desencuentros es que son tan valiosos y tan mágicos los encuentros.
Hay vínculos que una vez que se rompen, no es posible repararlos.
Pero afortunadamente, hay otros ,que aunque hagan falta varios años, se reparan con solo un abrazo.
Y hay un nuevo encuentro.
Que suerte que la vida nos da sorpresas, y que maravilla haber podido recibirlas.
1 comentario:
y a veces aunque el vínculo se rompe, el afecto sigue estando, y esa opción sí que divide el alma...
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